Una Transición Justa – ¿qué demanda los sindicatos?

UNA GUÍA SINDICAL

¿qué demanda los sindicatos?

Diálogo social

Exigimos participar en la toma de decisiones. Exigimos la creación de equipos de trabajo/comisiones/mesas redondas multilaterales de Transición Justa sobre cambio estructural y empleo que estén adecuadamente constituidos y adecuadamente financiados. Exigimos que estas discusiones tengan lugar a nivel empresarial, local, nacional, regional y mundial. El diálogo social deberá establecer las estructuras básicas y normas fundamentales:

Planes y políticas industriales sostenibles

Exigimos que los planes y políticas industriales sostenibles sean desarrollados a través del proceso del diálogo social en el que somos asociados de pleno derecho. Los gobiernos y empleadores deben implementar políticas industriales sostenibles – sostenibles en todas las dimensiones: sociales, ambientales y económicas – a nivel empresarial, local, nacional, regional y mundial. Las políticas y planes deben promover industrias más ecológicas y también garantizar una Transición Justa para los trabajadores afectados por las transformaciones industriales.

Las políticas industriales sostenibles giran principalmente en torno a políticas públicas de interés público, aunque las corporaciones tienen un papel que desempeñar al establecer dichas políticas a nivel empresarial. Los gobiernos deben cumplir con sus responsabilidades como representantes de sus electores.

Políticas industriales en contraposición a políticas industriales sostenibles

Toda política industrial utiliza incentivos y desincentivos, como financiación, infraestructura, impuestos, para favorecer determinadas industrias y desestimular otras. Hasta ahora, las sostenibilidad de los resultados de estas políticas rara vez se ha tenido en cuenta. Las políticas industriales sostenibles simplemente reconocen que una base industrial más sostenible, adaptada a cada nación, región, sector, debe ser una meta de cualquier política industrial.

Creación de empleo y acceso al empleo

El empleo es la forma principal y preferida de distribuir la riqueza en una sociedad, que asegura que las personas, familias y comunidades tengan los medios para desarrollarse y prosperar. Por lo tanto, crear trabajo decente debe ser un objetivo de las políticas industriales sostenibles. El trabajo decente es definido por El Programa de Trabajo Decente de la Organización Internacional del Trabajo y “significa la oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere un ingreso justo, la seguridad en el lugar de trabajo y la protección social para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social, libertad para que los individuos expresen sus opiniones, se organicen y participen en las decisiones que afectan sus vidas, y la igualdad de oportunidades y trato para todos, mujeres y hombres”. Al buscar nuevas industrias y examinar el potencial de creación de trabajo decente, debe considerarse la cadena de valor y suministro completa. Las normas y derechos laborales deben respetarse en todos los empleos.

A medida que la sociedad se mueve hacia un futuro sostenible, se crearán grandes cantidades de empleos pero no hay duda de que algunos empleos se destruirán. Se debe mantener la integridad de los trabajadores de esos trabajos afectados.

Energía

La energía es, en muchos aspectos, la clave del todo el rompecabezas de la sostenibilidad. La disponibilidad de energía suficiente, suministrada de forma confiable a un costo predecible y asequible, hace que la solución de todos los demás problemas sea posible. La falta de dicho suministro de energía hace que la sostenibilidad sea inalcanzable.

Programas de ajuste al mercado laboral

Una Transición Justa sería diferente a cualquier proceso de transición anterior. Los programas tradicionales de ajuste descendente al mercado laboral serán simplemente inadecuados y deben ser reemplazados con soluciones a medida, enfocadas en los trabajadores. Los programas de ajuste al mercado laboral deben tener en cuenta las necesidades y deseos de las personas, familias y comunidad. Las políticas de mercado laboral enfocadas en los trabajadores y creativas deben incluir un derecho absoluto a educación y capacitación, física y financieramente accesible, basadas en los principios de aprendizaje permanente y el derecho de los trabajadores a elegir lo que mejor se adapta a sus necesidades y deseos. Esto incluiría todo desde formación de competencias ofrecida por sindicatos, empleados e instituciones educativas, programas de aprendizaje y educación secundaria y superior. Si un administrativo desea ser aprendiz de operario de maquinaria, o un minero desea estudiar música, esto debería ser apoyado porque al final, la sociedad se beneficiará.

Una Transición Justa costará dinero en su implementación pero la recompensa para la sociedad será enorme. Esto se ha probado, por ejemplo, mediante los incuestionables beneficios que resultaron de programas para reintegrar al personal militar desmovilizado de los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. La “GI Bill of Rights” (Ley del Soldado) fue efectivamente un programa de Transición Justa para soldados, y los programas de educación y otros que se pusieron a su disposición ayudaron a impulsar una de las épocas más prósperas en la historia de los Estados Unidos.

Existen opciones para su financiación, por ejemplo, ampliando las atribuciones de los planes de seguro de desempleo. No es una cuestión de costos, es una cuestión de prioridades y equidad.

¿ESTAMOS LISTOS?

 

Organización Internacional del Trabajo y Transición Justa

En 2013, la OIT adoptó una resolución relativa al desarrollo sostenible, trabajo decente y empleos ecológicos, y que propone un marco político para una Transición Justa. En 2015, la OIT convocó una reunión tripartita de expertos para revisar, modificar y adoptar proyectos de directrices basados en un examen exhaustivo por parte de la Oficina de experiencias de políticas de los países y las estrategias sectoriales hacia la sostenibilidad ambiental, la ecologización de las empresas, la inclusión social y la promoción de empleos verdes. Esto se realizó con el objetivo de influir en las negociaciones sobre el clima en París, o la COP21.

Las Directrices para una Transición Justa de la OIT resultantes (título completo: “Directrices para una Transición Justa hacia Economías y Sociedades Ambientalmente Sostenibles para Todos”; identificación de documento de la OIT: wcms_432859.pdf) identifican nueve puntos clave para gestionar el impacto de las regulaciones ambientales potenciales y promover la evolución de empresas más ecológicas y sostenibles:

  1. Coherencia de políticas e instituciones (específica por país)
  2. Diálogo social (multilateral)
  3. Políticas macroeconómicas y de crecimiento
  4. Políticas industriales y sectoriales (empleos más ecológicos; trabajo decente)
  5. Políticas relativas a las empresas
  6. Políticas de competencias (también educación)
  7. Seguridad y salud en el trabajo
  8. Políticas de protección social (cuidados en salud, seguridad en los ingresos, servicios sociales)
  9. Políticas del mercado laboral

Todos estos puntos claves, pero explícitamente el punto IV, incorporan el Programa de Trabajo Decente de la OIT para trabajo considerado como productivo y que genera un ingreso justo. El programa incluye temas como la seguridad en el lugar de trabajo y la protección social para familias, perspectivas de desarrollo personal e integración social, derechos laborales, como por ejemplo la libertad para organizarse y participar de las decisiones que afectan sus vidas, y la igualdad de oportunidades y trato para todos los hombres y mujeres.

El ingreso de la OIT al debate sobre la Transición Justa es de gran trascendencia. Le otorga al concepto, por primera vez, una definición aceptada a nivel internacional, así como una existencia institucional dentro de una agencia especializada de las Naciones Unidas. Las referencias a la Transición Justa en otros textos, tales como el Acuerdo de París de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ahora remitirán a la definición de la OIT, incluso si no se hace referencia a esta de manera específica. Sin embargo, como todos los documentos de la OIT, las Directrices para una Transición Justa deben considerarse como una base, y no como un límite, al definir una Transición Justa.